El combustible que utilizamos en nuestro coche es equivalente a los alimentos que ingerimos nosotros como personas, es por eso que, igual que nuestra alimentación afecta a nuestra salud, la elección de la gasolina o el diésel que administramos al vehículo repercute directamente en su buen funcionamiento. Para poder elegir la mejor opción en cada caso es necesario saber qué es lo más conveniente y evitar errores que los usuarios suelen cometer al elegir este valioso líquido.

Una de las claves para sacar el máximo rendimiento a nuestro motor y que éste sea capaz de trabajar mejor y durante más tiempo es evitar ciertos errores que probablemente hayas cometido en algún momento a la hora de repostar combustible.

Elección de la estación de servicio

Mucha gente da por supuesto que la gasolina es la misma en todas las estaciones de servicio, sin embargo esto no tiene por qué ser así. Los aditivos con los que la gasolina es adulterada no siempre son los mismos en una estación de servicio que en otra. Esto puede afectar a la efectividad del combustible y a los kilómetros totales que se puedan hacer con ese depósito. Es por eso que lo más recomendable es acudir a estaciones de servicio de marcas más conocidas.

Aumento del octanaje

Dependiendo del tipo de coche, el octanaje idóneo para éste será más alto o más bajo. En el caso de los utilitarios pequeños de bajas prestaciones, una gasolina de mayor octanaje no le va a aportar una gran mejora, ya que su motor no va a ser capaz de aprovecharlo al máximo y, por tanto, solamente va a hacer que cada repostaje sea más caro. En cambio, si disponemos de un vehículo deportivo con altas prestaciones, éste sí que será capaz de aprovechar el combustible de mayor octanaje de la forma más óptima posible.

Tipo de combustible

A la hora de elegir el tipo de coche que queremos comprar, es importante pensar en el tipo de uso que le vamos a dar y elegir un motor que utilice el combustible adecuado para cada situación. Por lo general, si se va a utilizar el coche para hacer recorridos largos, por carretera, se quiere conseguir un consumo más bajo y un poco de ahorro en el bolsillo, lo ideal será optar por un motor diésel. Sin embargo, si las distancias van a ser más bien cortas y queremos que el motor tenga ciertas prestaciones, es más recomendable optar por un motor de gasolina.

el video fue tomado de AUTODOC Club

Equivocarse de tipo de combustible

Confundirse entre diésel y gasolina es el error más común. Ya sea porque el coche es nuevo, prestado, alquilado… Actualmente es más difícil que esto ocurra ya que las boquillas de diésel y de gasolina ahora son diferentes y los coches modernos están adaptados a cada boquilla. Sin embargo todavía es posible que pase dependiendo de algunos factores. En ese caso hay que inmovilizar inmediatamente el coche para evitar daños mayores en el resto de partes del motor y llamar a una grúa que se llevará el coche a un taller para que vacíe el depósito.

Depósito en reserva

Otro error bastante común es el de conducir con el depósito en reserva más de lo debido. Si este comportamiento se extiende demasiado, es posible que se dañe la bomba de combustible, se obstruyan los inyectores y el filtro de la gasolina. Esto se debe a que en los últimos litros del depósito es donde se encuentran la mayoría de impurezas y posos que pueden llevar a averías.

Llenar el depósito demasiado

Esta costumbre no suele ser recomendable. Lo ideal es dejar de repostar gasolina cuando la manguera para automáticamente, así los vapores que genera el combustible tendrán suficiente espacio.

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