El Audi RS4, o RS4 Avant Quattro, comienza a fabricarse en 1999, RS significa Renn Sport, o lo que viene siendo Motor Sport. Cosworth Technology fué la encargada de preparar el motor de seis cilindros en V 2.7 BiTurbo del Audi S4 para el coche. Por cierto, solo estuvo disponible en versión Avant (Familiar), igual que su predecesor, el Audi RS2 desarrollado por Porsche.
Por su parte, el nuevo familiar deportivo de Audi, fue construido sobre una plataforma existente, la B5 del Grupo Volkswagen utilizada en los A4/S4, y estuvo disponible en 2001 por 103.584 marcos alemanes, unos 75.000 €, solo en Europa y algunos países de América del Sur como México o Brasil.
En cuanto al motor, Cosworth convirtió los 265 CV del V6 de cinco válvulas por cilindro del S4 en 380 CV para este familiar. Para ello, montaba dos turbos paralelos Borg-Warner K04, con dos intercooler, y un agrandado sistema de escape todo ello controlado por una ECU Bosch Motronic ME 7.1 con inyección secuencial multipunto. También equipó un cambio manual de seis velocidades y la tracción total de Audi Quattro.
Por otro lado, el sistema de frenos, también lo desarrollaron entre Audi y Cosworth, no Porsche como en el RS2. Este, alcanzaba una velocidad máxima, limitada electrónicamente de 262 km/h y aceleraba de cero a cien en 4,9 segundos.
Para hacerlo más deportivo, muchos de los paneles de la carrocería original A4 Avant, fueron modificados, se ensancharon los pasos de ruedas, y se diseñaron defensas deportivas, y le montaron las taloneras del S4. Las ruedas por su parte, como estándar, eran de aleación de 8,5×18 pulgadas, con neumáticos de 255/35 ZR18, pero se ofreció como opción montar llantas de 7,5×18 pulgadas, con neumáticos de 225/40 R18. En resumen era un verdadero deportivo, con un maletero de 390 litros que al bajar los asientos traseros llegaba a los 1.250. Aunque la producción cesó en 2001 a las 6.000 unidades, las últimas se registraron como modelos 2002.
Un no muy buen intento por parte de Audi de “revivir” el mítico RS2 que no deja de ser eso, un intento.
En este caso se trata de implantar un motor potente en la carrocería avant del A4, pero lejos de la exclusividad que tenía el RS2 antes citado.
Ni por estética (la firma Porsche en pinzas de freno o las llantas directamente tomadas de un 911), ni por planteamiento, ni por supuesto por innovación, el RS4 se queda muy lejos del primero.
Como muestra decir que el RS4 es relativamente fácil encontrarlo de segunda mano y a un precio no muy alto. El RS2 no se encuentra, ni, de hacerlo, a buen precio.
RS2, un mito. RS4, un familiar potente.