Cuando se habla de la historia de Chenard & Walcker se habla de una de las marcas de automóviles francesas más antiguas. Su actividad principalmente deportiva recavó mucho éxito en el país galo, resultando a día de hoy, prácticamente desconocida en el mundo. La historia comienza, cuando en 1898 Ernest Chenard abre una fábrica en Asniéres, de bicicletas, motocicletas, triciclos, etc… y a los pocos meses se asocia con uno de sus mejores clientes, Henri Walcker, dando lugar el 19 de enero de 1899 a la Société en Comandite des Etablissements Chenard & Walcker.
Los primeros dos años solo se fabrican triciclos y cuadriciclos a motor. Sin embargo, era lanzado en 1901 el primer automóvil de la marca, denominado 12 CV, con un motor bicilíndrico, que aportaba soluciones innovadoras como un chasis de madera reforzado con insertaciones de acero o un radiador de serpentina. De 1901 a 1903 fue usada en numerosas pruebas de regularidad y de consumo, difundiendo el nombre de la empresa por su país.
En 1905 se presentan los 14/16 CV y 18/24 CV, con motor de cuatro cilindros. Los encargos aumentan y en 1908 se toma la decisión de trasladar la producción a Gennevilliers, a una fábrica más grande, en la que al poco tiempo se estrena la producción del 8CV, primero con cambio de cuatro velocidades. En 1911 por primera vez en la historia Chenard & Walcker monta pistones de aleación de aluminio
El éxito deriva a que en 1912 la empresa absorbiera una carrocera que se convertirá en su carrocera oficial. En el mismo año se convierte en el cuarto constructor francés, pero por desgracia el 20 de Junio,Henri muere a causa de una peritonitis, siendo relevado en su cargo por René Donnay. En 1913 ven la luz el 7 y 15 CV, alagados por su robustez y fiabilidad en la prensa francesa.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, como muchas otras fábricas, se reconvierte a la producción bélica, concretamente proyectiles de cañón. Terminado el conflicto la estrategia de marketing de la empresa se rinde a la exaltación de la deportividad de sus vehículos, comenzando un periodo de éxitos y la construcción de automóviles deportivos en serie.
El mayor éxito se logró en 1923, en la primera edición de las 24 Horas de Le Mans en la que los 3 Chenard & Walker inscritos por privados (2 Sport y un Tourisme) terminan la carrera en 1ª ,2ª y 7ª posición respectivamente y en 1925, se repitió el dominio en la segunda edición de las 24 Horas de Spa-Francorchamps. Estos sucesos dieron un eco notable a la compañía que se vio en en el brete de elegir entre la competición y la producción masiva. En 1927 se inscribe el último Chenard en una competición.
También en 1927 se intenta iniciar una colaboración con Delahaye para construir automóviles de forma conjunta, pero resulta un fiasco y Delahaye se va por su cuenta. En consecuencia la empresa que nos ocupa entra en un periodo de crisis, haciéndose cargo de ella la Carrocera Chausson, que continúa la producción con carrocerías similares a las contemporáneas con motores de origen Citroën o Ford.
Tras la segunda Guerra mundial la producción automovilística cesa y se centra la producción en vehículos comerciales ligeros hasta 1950, cuando Chausson absorbe por completo C&W, poco antes de que Peugeot absorba a la propia compañia en 1951